Almendritas fritas

Uno de los aperitivos más simples que se pueden hacer y que a todo el mundo gustan son estas almendritas fritas. En cuanto se come una no se puede parar, y enseguida te darás cuenta de que se han acabado. Prepáralas en casa y te darás cuenta que las almendras tostados que habías probado hasta ahora no se pueden comparar a estas.

En el caso de que las almendras tengan cáscara, lo primero que hacemos es pelarlas.
A continuación hay que poner una olla con agua hasta que hierva y cuando esté, se meten las almendras entera peladas a que se escalde durante1 minuto, pero nada más que un minuto.
Así le quitamos la segunda piel marrón que tiene y las vamos poniendo en un plato con papel de cocina para que todo el agua que quede se quede en el papel.
Ahora se pone una sartén al fuego con aceite abundante y esperamos a que el aceite esté caliente. Cuando haya cogido temperatura, bajamos el fuego para que no se quemen por fuera y se queden crudas por dentro.
Se tiene que ir echando las almendras a puñados, no todas a la vez.
Se fríen hasta que estén doraditas y hechas por dentro. Las hay que mover con la espumadera todo el tiempo.
Las vamos sacando con la espumadera para escurrir el aceite y añadimos la sal.
Una vez con sal dejamos que se enfríen.

Trucos y consejos:
No se tiene porque esperar a que estén frías para echarles la sal, ya que sino no se queda pegada a la almendra.
No tengáis miedo con la cantidad de sal porque luego va cayendo la sal de las almendras en el recipiente donde las guardamos y no quedan tan saladas.
Mientras que las almendras estén calientes no hay que cerrar el bote, tienen que estar frías del todo para hacerlo.