Bizcocho ligero

Un bizcocho ligero es el perfecto acompañante para un desayuno o una merienda. Es sano y fácil de preparar. Para ello, lo primero que haremos será precalentar el horno, a 170ºC. Mientras el horno se calienta y coger la temperatura adecuada batiremos los huevos. Cuando los huevos estén ya batidos incorporaremos la margarina (ligeramente ablandada) y el azúcar a nuestros huevos y mezclaremos hasta que la mezcla esté esponjosa (triplique el volumen inicial).
Incorporaremos la harina (si se usa harina normal, añadirle una cucharada de levadura) y mezclar hasta formar una mezcla homogénea. En el caso de que queden algún grumo, podréis pasar la batidora.
Verter en un molde engrasado con margarina (o recubierto con papel de hornear) e introducir en el horno 45 minutos, a una altura media y a 170ºC. Vigilar por si necesitara menos tiempo, según el tipo de horno. Si durante el tiempo de horneado vemos que nuestro bizcocho coge un color tostado y aún le quedan unos minutos para que esté listo, poner una lámina de papel de aluminio, de esta manera nuestro bizcocho se terminará de hacer y no se nos quemará. Cuando el tiempo se haya cumplido, introduciremos una varilla metálica de brocheta, y si sale limpia, es que el bizcocho está en su punto.
Retirar del horno, dejar enfriar desmoldar y vuestro bizcocho ligero estará listo para comerlo.

CONSEJOS:
Si queréis que vuestro bizcocho tenga un punto de dulzor, espolvorear un poquito de azúcar, blanca o moreno, sobre vuestro bizcocho antes de hornearlo. Obtendréis un buen resultado. Además, aparte de utilizarlo como bizcocho, también lo podremos utilizar como base para nuestras tartas.