Brandada de bacalao

En época de Semana Santa uno de los ingredientes más consumidos es el bacalao. La brandada de bacalao es una alternativa al resto de las típicas recetas, pero resulta tremendamente deliciosa. No la tenemos que reservar sólo para estas fechas, ya que resulta excelente como aperitivo sobre unos trozos de pan tostado. Esta es una receta sencilla pero realmente rica.
Para esta receta tenemos que tener ya desalado el bacalao. Para ello lo que hacemos es meterle en agua durante unos tres días, eso depende del grosos de los lomos de bacalao, a más gruesos, más tiempo. Tenemos que cambiar esta agua en el que se está desalando cada diez horas.
Una vez que ya esté desalado ponemos el bacalao en una olla y lo hervimos con agua, la hoja de laurel y un poco de sal. Al mismo tiempo sofreímos los ajos en una sartén con aceite de oliva bien caliente. Cuando estén dorados se escurren y los reservamos.
Cuando el bacalao ya esté cocido lo sacamos de la olla y aprovechamos ese mismo agua de cocción para cocinar las patatas, que estarán cortadas y peladas.
Limpiamos el bacalao de posibles espinas y restos de piel y lo desmigamos.
Cuando la patata este bien cocida, lo juntamos en un recipiente con el bacalao y el ajo y lo batimos común una batidora hasta que forme un puré. Al mismo tiempo que hacemos esto, se va echando encima el aceite y la leche, para que quede ligado con el puré. Se rectifica de sal, si fuera necesario, y se le echa un pelín de pimienta blanca.
Hacemos un huevo pasado por agua de 3 minutos, del que se extraemos la yema sin cuajar, pero también podemos poner el huevo entero.
La forma perfecta de presentar la brandada de bacalao es en una cazuelita en cuyo centro se coloca la yema de huevo, o el huevo entero. Justo al momento de comerlo, cada comensal deberá romper la yema y mezclarla con la brandada. Os recomiendo que la comáis bien caliente.