Cabrales frito

El cabrales frito es uno de los aperitivos más típicos del bar al que me gusta ir los domingos a tomar el carajillo. La verdad que la receta la cogí de ahí y ahora lo hago también en casa para sorprender a mi gente. A pesar de todo, a los del bar les sigue quedando mejor.
En primer lugar se prepara una salsa bechamel bastante líquida y, para ello, se coloca una cacerola en a fuego bajo con la mantequilla y, cuando esté derretida, se añade la harina sin parar de dar vueltas para que se dore un poquito. Entonces, se añade la leche poco a poco a la vez que se va pasando la batidora eléctrica para que no queden grumos y, cuando esté bastante líquida, se añade la sal al gusto.
Una vez lista la bechamel, se añade el queso cabrales en trocitos a la cacerola para que se deshaga con rapidez. Una vez espesita la bechamel, se mete en la nevera durante un mínimo de 12 horas para que quede muy consistente.
Al día siguiente, se forman las croquetas de cabrales cogiendo porciones pequeñas y pasándolas por pan rallado y huevo, y se fríen en una sartén con el aceite bien caliente. Una vez listos los cabrales fritos, se dejan en papel absorbente para que suelten el exceso de aceite.