Cabrito asado

El cabrito asado es el plato principal que se ha hecho toda la vida en casa de mi madre y de mi abuela para el día de Navidad, aunque por extensión para todos esos días que hay algo importante que celebrar. Es una carne tierna que adquiere los maravillosos olores y sabores de las hierbas con las que se asa, convirtiéndolo en un estupendo y delicioso plato.

Ponemos el horno a calentar a una temperatura de 180º.
Ponemos sobre una bandeja de horno el vino blanco, con los ajos pelados y picados y la sal. Tenemos que poner sobre esta unas piezas, como unas cazuelitas de barro o algo así, para que el cabrito no esté en contacto con el vino.
Ponemos el cabrito sobre las cazuelitas de barro y lo salpimentamos. Lo introducimos en el horno.
Cada media hora le vamos dando vueltas para que su carne se haga de forma uniforme. Hay que asegurarse que en ningún momento falta liquido en la bandeja.
Cuando veamos que ya está el cabrito asado, subimos la temperatura del horno para que se tueste la parte superior y tenga un bonito color dorado.
A la hora de servir podemos el cabrito asado en una fuente y lo podemos acompañar con una buena ensalada.