La capirotada blanca es una especie de budín de pan adornado con frutas típico de México. Se hace con una sucesión de capas y de natillas, para terminar coronándose con una serie de frutos secos picados.
Para empezar a elaborar este plato, en una cazuela se coloca la leche a fuego medio, mientras que en la licuadora se mezclan el agua junto con los huevos, la maicena, la esencia de vainilla y el azúcar. Cuando todo esto esté bien mezclado, se incorpora a la leche sin dejar de batir para que no se formen grumos hasta formar unas natillas.
En otra cazuela se pone a hervir el agua, el azúcar y la copa de licor hasta que se deshaga el azúcar y se forma un almíbar, momento en el que se retira del fuego y se deja enfriar un poco.
En un molde para horno rectangular, se echan las natillas hasta cubrir la base. Encima se colocan las rebanadas de pan de molde uniformemente y se bañan con el almíbar que se había preparado anteriormente.
Se van colocando varias capas de natillas y de pan de molde, hasta terminar con la última capa de natillas y se decora con la fruta picada, pasas, nueces y piñones. Ahora se lleva a la nevera para enfriar.
Lo mejor es que este metido allí durante horas, para que coja consistencia y para que a la hora de servir la capirotada blanca este bien fría.