Caracoles con sanfaina

Los caracoles con sanfaina están muy buenos a pesar de que no sean muy apetitosos a la vista. Si los vas a hacer, déjalos a remojo cuatro días antes.
Se ponen los caracoles en una olla con agua, sal y vinagre para que suelten la baba, que se va retirando con una espumadera. Se lavan muy bien, cambiándoles varias veces el agua y frotándolos un poco con las manos.
Poner una olla en el fuego con abundante agua, una pizca de sal, los granos de pimienta y las hierbas aromáticas. Meter en ella los caracoles y, cuando saquen los cuernos, se sube el fuego al máximo y se dejan hasta que estén cocidos. Entonces, se retira la espuma con una espátula, se cuelan y se reservan.
Se limpian y se cortan las verduras en tiras, menos el tomate, que se deja rallado. Poner todo ello en una cazuela con aceite de oliva bien caliente. Cuando ya estén empezando a dorarse, se añade el pimentón dulce sin dejar de remover y se echa el tomate rallado. Se deja todo junto 5 minutos más en el fuego.
Pasados los 5 minutos, se añade el vino blanco a la cazuela y se deje cocer todo a fuego lento hasta que esté completamente macerado.

Entonces, se mezclan los caracoles con la sanfaina, y se deja cocer todo junto durante media hora.