Chutney de cebolla caramelizada

El chutney de cebolla caramelizada es un complemento ideal para hacer una guarnición bien rica y que le dé un toque dulce.
Lavar, pelar y trocear las cebollas en rodajas muy finitas, muy picaditas más bien. Lavar y cortar la guindilla, y dejarla también en rodajas finas, y quitarle las pepitas. Echar la cebolla y guindilla en un sartén con aceite de oliva y las hojas de laurel, taparla y dejarlo a fuego lento, removiendo de vez en cuando, durante unos 20 minutos. Cuando la cebolla está bastante caramelizada por sí sola, se añade el azúcar y se remueve bien para poder echar los dos tipos de vinagre.
Se sube un poco el fuego, a fuego medio más o menos, y dejar hervir durante media hora el chutney de cebolla caramelizada hasta que se espese.
Una vez espeso, se pone en tarros cerrados herméticamente, y se deja reposar el chutney durante al menos un mes antes de abrirlo