Las cremas de pescado o marisco son una de las opciones más saludables y, aunque una crema calentita apetece principalmente en invierno, esta rica receta te apetecerá en cualquier época. Ideal no solo para una cena improvisada, sino también para las mayores celebraciones.
Paso 1:
Si las almejas son frescas primero tendrás que abrirlas bien. Entonces, pon un chorrito de aceite a calentar en una olla mediana y cuando comience a humear incorpora las almejas. Rehoga durante un minutito a fuego medio. Echa el vino y sube el fuego, entonces tapa la olla. Cuando compruebas que se pone a hervir cocina un par de minutos o hasta que se abran las almejas. Cuando estén listas, déjalas que se enfríen un poco (¡ojo y no te quemes!) y saca la carne de la concha. El caldito que te haya sobrado de esta cocción, lo vamos a usar para hacer la sopa así que primero cuélalo.
Paso 2:
Lava y pela la zanahoria, la patata, la cebolla y el ajo. Pícalo todo finito junto con el apio y ponlo a rehogar en una olla con un chorrito de aceite y un poquito de sal.
Paso 3:
Cuando lleve 10 minutitos rehogando a fuego lento, incorpora el caldo de pescado (o el agua en su defecto) y también el líquido que soltaron las almejas y deja cocer otros 10 minutos. Por último, echa la nata y las almejas (sin las cáscaras…) y…¡últimos 10 minutos de cocción! Ve removiendo de vez en cuando porque la nata quizás se pegue un poco.
Presentación:
Sírvela en raciones individuales con una ramita de apio para dar un toque de color. También puedes poner unos ‘palitos’ de zanahoria si te ha sobrado.
Truco:
Para limpiar las almejas, que pueden venir con un poco de arenilla e impurezas, ponlas en un bol con agua fría y sal (simulando el agua del mar…) durante unas horas.