Croquetas de cocido

Harta de que siempre anduvieran por la nevera las sobras, se me ocurrió hacer estas croquetas de cocido. Nos gustaron tanto que ahora, de vez en cuando, suelo poner carne de más para que sobre y así hacerlas. Cuando las hago hay que darse prisa porque desaparecen en seguida. Es un visto y no visto.
Picamos la carne lo más fino que podamos, si lo hacemos con la picadora mejor. Reservamos.
Picamos también la cebolla y la ponemos a pochar en una sartén honda o en un cazo con un poco de aceite de oliva, cuando la cebolla esté transparente y blandita añadimos la mantequilla.
Una vez derretida la mantequilla añadimos la harina, más o menos la misma cantidad de harina que de mantequilla, tiene que tener una textura espesa casi amasable, damos vueltas durante aprox. un minuto para que la harina se tueste un poco.
Añadimos la leche poco a poco removiendo para que no queden grumos, añadimos la carne y removemos todo de nuevo, seguimos removiendo hasta que la masa se despegue de las paredes. La textura es importante para poder trabajar bien el empanado.
Disponemos esta masa en un recipiente y dejamos enfriar. Yo la suelo dejar reposar un día aproximadamente, ya que así es más fácil de manejar.
Para empanar: le damos forma con un par de cucharas a la masa y la pasamos por harina, huevo batido y pan rallado (si os gusta podéis añadir al pan rallado un poco de perejil).
Freímos en aceite caliente y listo.
Cómo el proceso es un poco pesado suelo hacer un montón y las congelo y así tengo estas riquísimas croquetas de cocido para tres o cuatro veces.