Este es uno de esos platos que no necesitan presentación, ya que la escalibada es un lato de sobra conocido en toda la geografía española. Sus orígenes son Cataluña y la Comunidad Valenciana, pero hoy se hace en todo el país. Es una receta muy sencilla, y con ella se consigue potenciar el sabor de las verduras al máximo. Perfecta para acompañar cualquier plato, desde carne a pescado, o servir como aperitivo con un buen pan de hogaza. Ponemos en fuente para horno todas las verduras enteras, y las salamos y regamos con un chorro de aceite de oliva. Lo metemos a asar en el horno durante unos 40 minutos a una temperatura de 200º centígrados. Cuando pase ese tiempo las verduras ya tendrían que estar listas. Se saca del horno, y quitamos la piel a las verduras y también las semillas, tanto de las berenjenas como de los pimientos. En una fuente disponemos los jugos que han ido soltando las verduras mientras el proceso del asado y ponemos por encima las verduras en tiras. Aliñamos con aceite de oliva, vinagre y sal. Servimos la escalibada a nuestro gusto, caliente, templada o fría. Puedes mezclar todas las verduras, pero a mí me resulta más curiosa disponer las verduras en orden alterno.