¿Un plato caliente, saciante y con gusto marinero? Una opción apetecible prácticamente en cualquier almuerzo. La fideuá es un plato característico del levante y esta versión con tinta de calamar le aporta un extra de sabor a mar y un aspecto jugoso y enigmático. Acompáñala de salsa alioli para que el increíble contraste de sabores provoque que todos repitan hasta vaciar la olla. Verás que sencillo es hacer esta fideuá negra con alioli.
Paso 1:
Saca el huevo del alioli de la nevera un rato antes de empezar para asegurarte de que está a temperatura ambiente. Échalo junto al ajo, un chorrito de vinagre y una pizca de sal al vaso de la batidora y comienza a batir mientras añades lentamente un hilillo de aceite de girasol. Se usa esta variedad para el alioli porque no interesa que tenga el regusto a aceituna que confiere el por otra parte excelente aceite de oliva virgen extra. Cuando obtengas una salsa blanca y espesa muy parecida a la mayonesa es que está lista. Reserva en frío.
Paso 2:
Pica en brunoise (esto es, en cubitos pequeños) el ajo y la cebolla y pela las gambas. Pon una sartén o cazuela amplia de fondo grueso al fuego con un poco de aceite y rehoga a fuego medio los ajos. Cuando empiecen a dorarse, añade la cebolla y póchala hasta que esté blanda.
Paso 3:
Incorpora el tomate triturado al sofrito y déjalo reducir a fuego medio-alto para que espese y pierda agua, removiendo a menudo. Añade una cucharadita de azúcar si lo deseas para contrarrestar la acidez. Cuando tenga una textura cercana a una pasta, añade los fideos en crudo y tuéstalos durante tres minutos.
Paso 4:
Vierte entonces el caldo de pescado y la tinta de calamar, remueve y deja cocer a fuego medio el tiempo indicado en el envase de los fideos para que estén al dente. Un minuto antes de que se cumpla ese tiempo, agrega las gambas y remueve bien. Salpimenta al gusto y retírala del fuego. Debe quedar jugosa pero no caldosa.
Presentación:
Sirve inmediatamente tu fideuá negra con alioli por encima al gusto (también puedes colocar la salsa aparte en la mesa para que cada comensal se reserve la cantidad que quiera). Espolvorea hojas frescas de perejil picado sobre cada plato. Si escoges una vajilla blanca ofrecerá un profundo contraste cromático con el negro brillante de los fideos y, de nuevo, el blanco jugoso de la salsa.
Alternativas:
Aunque no resulte muy ortodoxo, si no tienes tiempo o ingredientes para elaborar alioli casero, simplemente bate mayonesa de bote con dos o tres dientes de ajo. Un sabor diferente pero igualmente bueno.
Sugerencia:
La materia prima de calidad es fundamental en cualquier plato. Para conseguir una textura firme y un inigualable sabor a mar en tu fideuá negra con alioli, emplea las cajas de gamba cruda salvaje de DIA. Sabrosas, seguras y siempre a mano.
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