Flamenquín de pollo

El flamenquín de pollo es una especie de san Jacobo, pero hecho con pechuga de pollo y enrollados. Es un filete delicioso, con su relleno de jamón y queso y después un fantástico empanado, aunque bastante consistente, por lo que si estamos a dieta no es muy aconsejable comerlo. Cortamos las pechugas de pollo en filetes finos, que luego pasaremos a aplastar para que queden lo más finos posibles. Los extendemos y se sazonan. Colocamos encima el queso y después una loncha de jamón. Ahora los enrollamos y se empapan con huevo batido y a continuación los pasamos por el pan rallado. Una vez que estén bien empanados, les ponemos a freír en una sartén con abundante aceite de oliva caliente. Cuando estén dorados por un lado, les damos la vuelta por el otro. Pon el fuego no demasiado alto ya que si no se podrían quemar sin que el pollo se terminase de hacer bien. Cuando estén bien dorados por ambos lados, sacamos los flamenquines de pollo de la sartén y los ponemos sobre un poco de papel de cocina para que absorba el exceso de grasa. Acompáñalos con una buena ensalada o con unas patatas fritas. Pon dentro el queso que más te guste, como un buen queso azul si te gustan los sabores intensos, aunque si lo vas a hacer para los más pequeños de la casa uso uno no muy fuerte. También puedes sustituir el jamón york por jamón serrano. Puedes condimentarlos con alguna hierba. Por ejemplo a mí con un poco de tomillo me encantan.