Nunca me había imaginado estar cocinando una fritata de frutas, ni mucho menos escribiéndola en un blog. La cosa es que un día estaba probando en casa a hacer algo que mezclase sabores dulces con salados y me salió esto. No sé si te parecerá que tenga buena pinta pero yo te aconsejo que pruebes, no se tarda nada y el resultado es sorprendente.
Pon una sartén en el fuego con aceite mientras trabajas con lo demás, ya que esto va rápido. Bate los huevos en un bol y bátelos bien añadiendo la leche, el queso crema, el azúcar, la menta y las frutas. Mézclalo todo bien para que se integren los diferentes ingredientes. Una vez listo, echa la mezcla en sartén y fríelo a fuego lento, como una tortilla de patatas. Asegúrate de que el huevo cubre perfectamente todos los frutos del bosque, para que a la hora de comerlo sea toda una sorpresa. Cuando empiece a cuajar, déjalo hasta que las orillas empiecen a esponjar.
Mientras prepara el horno a 180º y, cuando la fritata ya esté, métela en el horno hasta que cueza y esté dorada por arriba, verás que rica y diferente.