Frutas chocolatadas

Muchas veces nos complicamos la existencia cuando pensamos en hacer un postre, cuando lo más sencillo por norma general suele ser lo mas delicioso. Para ejemplo de esto, las frutas chocolatadas. Basta con sumergir un trozo de fruta fresca en un buen chocolate para obtener un dulce fantástico. Derretimos el chocolate al baño María y removiendo constantemente para evitar que se pegue y que se nos queme. También podemos derretirlo en el microondas. Lavamos con agua limpia la fruta, y la cortamos en rodajas adecuadas para comer en un bocado o dos. Sumergimos hasta la mitad de la fruta en el chocolate, la retiramos y esperamos a que escurra el exceso de chocolate en su totalidad. Las colocamos sobre papel de aluminio hasta que se solidifique el chocolate, luego las disponemos en un plato y ya están listas para disfrutar de ellas. Para facilitarnos el trabajo de sumergir la fruta en el chocolate, podemos pincharla con un palillo. Además de esta manera también nos será más fácil de comer y menos pringoso. Si queremos dar a las frutas chocolatadas una cubierta más crujiente, podemos disponer en un cuenco pequeños trozos de frutos secos, como de nuez, cacahuete, nueces de macadamia, pistachos... o cualquier otro que se os ocurra. Y después de sumergir la fruta en el chocolate, pero antes de que este se endurezca, rebozarlo en esa mezcla de frutos secos. Queda riquísimo también así. Se puede hacer con cualquier fruta que desees. Las más conocidas son las fresas, pero también están muy ricos así los kiwis, las manzanas o el plátano por poneros unos ejemplos. Cuando derretimos el chocolate al baño maría, el bol en el que se encuentra el chocolate no debe de tocar el agua. Este postre no dura mucho tiempo ya que la fruta pelada no tarda en ponerse mala, y esto no deja de ser fruta fresca bañada en chocolate.