Frutas escarchadas

Receta de: Verduras y frutas, Postres y dulces
Plato: Postre
Cocina: Tradicional
Frutas escarchadas
Alta
Frutas escarchadas
Valoración media
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Ingredientes
Elaboración

Me gustan mucho las frutas escarchadas, por eso quise aprender a hacerlas y he pensado que podría ser interesante escribirlo aquí, ya que a mí me han servido otras recetas.
Comprar fruta que tenga una textura firme y que sea más bien pequeña.
Lavarla bien y pincharla con una aguja gruesa en 4 o 5 partes diferentes. Ponerla a remojo en agua durante dos días, cambiándola de cuenco unas tres veces al día. Si se han elegido frutas con cortezas de naranja o de limón, previamente hay que cocerlas con agua durante media hora para ablandarlas.
Escurrir la fruta y ponerla en la cacerola con agua fría que las cubra por completo. Encender el fuego fuerte para que se calienten sin dejarlas llegar a hervir. Bajar el fuego al mínimo e ir sacando la fruta del agua a medida que va asomándose a la superficie de la cacerola. Poner la fruta en un cuenco grande con agua fría de nuevo y, pasados unos minutos, se escurren.
Tirar el agua de la cocción de la fruta y poner en la misma cacerola medio litro de agua y un kilo de azúcar por cada kilo de fruta. Cuando se vea que el azúcar se ha disuelto por completo, agregar las frutas y dejarlas hasta que den el primer hervor. Entonces, retirarlas inmediatamente con una espumadera y ponerlas en un cuenco grande, para que no estén demasiado apretadas. Dar un hervor al almíbar que queda en la cazuela y se echa sobre las frutas. Dejarlo así hasta el día siguiente.
Pasado un día, pasar el almíbar por un colador a la cacerola y llevarlo al fuego. Cuando se ponga a hervir, incorporar las frutas y, cuando empiece a hervir de nuevo, retirar las frutas. Repetir esta última parte durante días, una vez cada día, hasta que las frutas absorban todo el almíbar. Es importante que el almíbar al cocerse no se haga caramelo, por tanto hay que prestar especial atención.
Colocar la fruta sobre una rejilla, forrada de papel y ponerlas a secar de día al sol o en un sitio caliente. Dar la vuelta a las frutas escarchadas a menudo para que se sequen bien por todos los lados.