Fusilli de colores a la morcilla

Lo primero que haremos será poner una cazuela con agua y sal para cocer la pasta y esperamos a que entre en ebullición. En cuanto esté hirviendo añadiremos la pasta y dejaremos cocer aproximadamente de 9 a 12 minutos. Yo suelo dejarla unos 9 minutos que es como queda más “al dente” porque la pasta cuanto más nos pasemos en el tiempo de cocción, más dificultades tiene nuestro estómago para digerirla.

Una vez tenemos la pasta cocida y escurrida, ponemos en una sartén grande tipo wok un chorro de aceite de oliva virgen y le añadimos cebolla picada en daditos. Yo le he puesto media cebolla pero esto es algo que va según nos guste a cada uno. Dejamos que la cebolla se vaya haciendo y removemos de vez en cuando.

Si queremos añadir pechuga de pollo, haced este paso y si no, os lo podéis saltar y quedará riquísima igualmente. Cogemos las pechugas de pollo y las cortamos en dados pequeños, salpimentamos la mezcla y la añadimos a la cebolla que tenemos en la sartén. Removemos bien para que se vaya haciendo el pollo y no se pequen los trozos. En unos minutos el pollo estará listo y es ahora el turno de la morcilla.

Troceamos la morcilla en daditos aunque es probable que se deshaga prácticamente pero no hay problema porque este es el resultado que queremos. Es importante que retiremos primero la piel de la morcilla antes de trocearla. Añadimos la morcilla a la sartén dónde está el pollo y la cebolla y removemos. Echamos un poquito de sal, tomillo seco (o cualquier otra hierba que os guste) y un poquito de cúrcuma en polvo.

Solamente queda añadir la pasta a la sartén y remover todo para que se mezcle. Para la presentación del plato y darle el toque final echaremos queso rallado por encima.

Receta enviada por Katia82