Parece que el helado frito de vainilla es una de esas recetas solo típicas de la cocina china… pero en realidad es una receta antigua (se han encontrado documentos que hablar de ella en torno al 1800) y que puedes encontrar en otros países como México y con muchas versiones diferentes.
Paso 1:
Moja una cucharada de helados (el típico sacabolas) en agua y forma las bolas de helado de vainilla. Resérvalas en el congelador sobre un papel de horno o en un recipiente apto en el que no queden amontonadas. (Si no tuvieras sacabolas… también puedes utilizar una cuchara, aunque no te saldrán bolas de helado tan perfectas y redonditas).
Paso 2:
Mezcla en un bol la harina de tempura con el agua helada y remueve hasta conseguir una pasta homogénea y sin grumos. Para el agua… lo ideal es que una horita antes de comenzar con tu receta, la metas en el congelador, para que no llegue a congelarse… pero sí esté muy muy fría.
Paso 3:
Mantén en un baño maría de frío esta pasta… es decir, coloca este bol sobre cubitos de hielo para que se mantenga muy frío.
Paso 4:
Pon en un plato las semillas de sésamo blanco y negro mezcladas y reserva. Por otro lado, acerca una sartén al fuego con abundante aceite.Cuando el aceite ya está caliente, y solo en ese momento, saca las bolas del congelador, rebózalas, primero en sésamo, y luego en la tempura fría.
Paso 5:
Fríelas de una en una inmediatamente en el aceite caliente y, cuando la tempura esté doradita, sácalas a un papel absorbente.
Presentación:
Para disfrutar de esa sensación y el contraste del helado frío y la cobertura caliente, esta receta solo podrás comerla inmediatamente. Así que sirve en una copa para helados y decora tu helado frito de vainilla si te apetece con algún ‘topping’ de chocolate, fresa o un poco de caramelo líquido.
Sugerencia:
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