El hígado refrito es un plato típico de mi pueblo que todavía no sé quién lo llamó así, pero así se ha quedado. Creo que os va a gustar bastante y seguro que repetís. No tengo dudas al respecto.
Para empezar, se hace un sofrito en una cacerola con aceite bien caliente y el ajo picadito. Cuando esté dorado, se echa la cebolla y la cebolleta picadas. Se deja que se cocine hasta que la cebolla esté blandita. A continuación se añade la carne de hígado partido en filetitos y se deja hacer.
Mientras en un mortero cogemos el pan junto con el azafrán y un poco de aceite del refrito y lo machacamos. Lo picamos bien, mezclando todos los ingredientes para que integren sus sabores, y, cuando esté listo, lo vertemos a la cacerola con la carne. Añadimos un poco de agua y dejamos que se haga el caldo cogiendo el sabor. Solo falta que echemos la sal y dejarlo cocer hasta que la carne esté lista.
Al hígado refrito no le hace falta más, ya que esta delicioso simplemente así.