Las judías blancas con chorizo y oreja es un plato que siempre encontrabas en la cocina de mi abuela, hechas a puchero y a fuego lento. Recuerdo como nos sentábamos a la mesa mis primos y yo con la cuchara en alto peleándonos por ser ver quien sería el primero en ser servido. Un recuerdo que materializo siempre que puedo comiendo este nutritivo y completo plato.
Ponemos las judías a remojo durante toda la noche para que se vayan hidratando y así no tarden tanto en cocinarse.
Al día siguiente las lavamos y las ponemos en una cazuela con agua fría. Les añadimos la oreja limpia y troceada, la cabeza de ajos y un poco de aceite.
Les ponemos a hervir a fuego fuerte. Cuando hiervan se espuman y les echamos un vasito de agua fría. Se las asusta como se suele decir.
Las dejamos 20 minutos cocinando y les añadimos la cebolla, el pimiento verde, el tomate y el chorizo cortado a rodajas grandes pochado previamente en una sartén con una cantidad mínima de aceite, que también incorporaremos a la cazuela.
Vamos probando y rectificamos de sal si fuera necesario y las dejamos cocer lentamente.
Cuando estén las judías cocidas, apagamos el fuego y servimos estas deliciosas judías blancas con chorizo y oreja.
Si os gusta el sabor que aporta pero no encontraros con la oreja por su textura gelatinosa podéis sacarla a la hora de servir.