Lemon Pie

Cocinar con corazón y con cariño, es el secreto menos guardado y que más tenemos al alcance todos en nuestros días. Hay que dejar fluir el sentimiento que tienes dentro, y el motivo que te ha inspirado a crear o hacer esa receta en ese momento, y sin apenas darte cuenta puedes convertir el plato más sencillo, en un manjar para dioses.

En esta tarta de limón con merengue, podemos encontrar cierta ligereza en su estructura, con sabores frescos de primavera verano, que evocan recuerdos de mi más tierna infancia.

Esas primeras excursiones al campo, con los picnics que preparaba mi madre... Mi hermano y yo, corriendo campo a través, rodeados de tomillo, espliego, aromas de pino, flores.... Mi padre haciendo el fuego para hacer el calderete charlando animadamente con los amigos, las mujeres bajando a la fuente a por agua, y ese momento en el que mi hermano y yo aprovechamos para revolotear encima de la cesta en la que mi madre había puesto la tarta, para acabar metiendo el dedo, y que nos acabasen descubriendo siempre, con la pertinente regañina, que en el fondo, siempre pensé, que les hacía gracia, y que a mis padres también los hubiese gustado meter y chuparse el dedo en la tarta, pero esas cosas solo pueden hacerlas los niños... o no... porque hay quien en mi casa todavía lo sigue haciendo, sin ir más lejos, ayer cuando llegué del trabajo a casa, vi un dedo en la tarta... que como sabía que era un dedo el que había metido la zarpa? Muy fácil, recordad que yo de pequeña os he contado que era la experta!!!

Esta tarta de limón con merengue, o “Lemon meringue pie”, es un clásico de la repostería británica y norteamericana, aunque se cuenta que su origen es suizo.

La base es una capa de masa quebrada, encima una crema de limón y un merengue italiano, que flambearemos con un soplete, y a diferencia del merengue francés, hacemos un almíbar que cuando coge punto de bola, incorporamos a hilo a las claras ya montadas con el azúcar, de esta manera conseguimos un merengue mucho más firme, consistente y brillante.

ELABORACION

MASA QUEBRADA

Tamizamos la harina con un colador y la ponemos en un bol.
Añadimos la mantequilla muy fría en dados, y amasamos un poco con las manos hasta que quede una textura terrosa. Añadimos la yema de huevo e integramos con el resto de ingredientes.
Hacemos una bola, envolvemos en film, y dejamos en el frigo una hora y media, para que endurezca un poco, y podamos trabajarla mejor.
Una vez pasado este tiempo, precalentamos el horno a 200º.
Estiramos la masa, y con ayuda de un rodillo, la colocamos al gusto dentro de un molde que no tenga mucha altura, y que previamente untaremos con un poco de mantequilla -podría ser un molde de los rizado desmontable-

Ajustamos bien la masa a las paredes retirando el sobrante y pinchamos toda su superficie con un tenedor, esto hará que no suba, además le pondremos papel sulfurizado y llenaremos la base de garbanzos. Horneamos unos 15 minutos, retiramos los garbanzos y cocemos 10 minutos más, veremos que empieza a dorarse un poco. Os aconsejo ir mirando la masa para que esté bien cocida.
Dejamos enfriar.

LEMON CURD

Batimos los huevos enteros con las yemas y el azúcar hasta que blanqueen, es decir, hasta que aumente un poco más su volumen, se quede una crema más blanca y consistente.
Añadimos la pizca de sal y la maicena, y batimos muy bien hasta que no queden grumos.
En un cazo, ponemos el zumo de limón, la mantequilla en dados, el agua y la ralladura de los limones.

Calentamos, y mezclamos con la mezcla que habíamos preparado.
Ponemos fuego bajo, y no dejamos de remover para que coja consistencia y nos quede lo más fina posible sin grumos.
Retiramos del fuego, y vertemos en un cuenco para que enfríe antes. (La usamos en frio)

MERENGUE ITALIANO

Comenzamos montando las claras con una pizca de sal para que suban antes. Cuando estén a medio montar, les añadimos poco a poco 50 gr de azúcar, y seguimos batiendo hasta que cojan una consistencia fuerte.
En un cazo, ponemos el agua con 50 gr de azúcar y hacemos un almíbar, dejaremos que cueza hasta los 110-120º. Si no tenéis termómetro para controlar la temperatura, el almíbar estará listo cuando tenga punto de bola, y para comprobarlo, podéis poner un poco de almíbar en agua, y se os formará una bola.
Poco a poco vamos incorporando el almíbar a las claras montadas en hilo, y sin dejar de mover con las varillas eléctricas, hasta que esté bien integrado, el bol esté frio, y nos quede un merengue liso, fuerte y brillante. Metemos en una manga pastelera y reservamos

MONTAJE DE LA TARTA

Dentro de la base de masa quebrada, ponemos una capa no muy gruesa de la crema de limón (lemon curd), y alisamos.
Con la manga pastelera vamos haciendo picos de merengue, desde fuera hacia adentro de la tarta. Una vez tengamos los picos, con un soplete, flambeamos los picos con mucho cuidado para dorarlos, ya que el merengue se quema con mucha facilidad.

Decorar con unas hojas de hierbabuena y algún toping de frutas liofilizadas, en mi caso el trozo individual lleva trocitos de frambuesas liofilizadas
Ya tenéis vuestra “Lemon Pie” preparada para sorprender con su sabor a todo el que la pruebe, y os aseguro que van a repetir! 

Receta elaborada por Silbia Redondo, becada del II Campeonato Demos la vuelta al día