Los macarons son unos bocados delicados y deliciosos…Y aunque requieren tiempo y paciencia, el resultado lo merece. No te preocupes si no te salen a la primera, a veces hay que ir cogiéndole el truco…y tampoco busques un resultado perfecto…seguro que te salen buenísimos. Hoy hemos elegido macarons de café, con el aroma tan característico de esta bebida. Prepárate, porque no podrás comer solo uno…
Paso 1:
Tamiza la harina de almendras con el azúcar glas, es decir, pásala por un colador o tamiz para que la mezcla se airee. Y no solo lo hagas una vez, sino al menos 3 veces. Si no tienes harina de almendra puedes fabricarla en casa con almendras peladas y trituradas.
Paso 2:
Separa las claras de las yemas y monta las claras hasta que queden bien firmes. Entonces añade unas gotas de colorante (hasta que quede marrón) e incorpora la harina de almendras con el azúcar. Remueve suavemente para no perder la textura de las claras montadas.
Paso 3:
Pon la mezcla en la manga pastelera y sobre una bandeja forrada con papel de horno, haz los macarons. En tiendas especializadas de repostería podrás encontrar una especie de manteles con orificios, diseñados para que tus macarons de café salgan perfectos.
Paso 4:
Deja reposar 2 o 3 horas y cuece en el horno precalentado a 175° durante 11 minutos.
Paso 5:
Ahora…el relleno. Trabaja con la mantequilla a temperatura ambiente para que esté blandita y mezcla con el azúcar. Incorpora la yema de huevo y sigue batiendo con unas varillas hasta que te quede una mezcla lisa y esponjosa. Echa tu mezcla en un cazo porque después tendrás que llevarla al baño maría.
Paso 6:
De momento mezcla el café con el agua hirviendo. Pon el cazo con la mantequilla al baño maría y sin dejar de batir enérgicamente incorpora el café hasta conseguir una crema lisa. Cuando se enfríe tu mezcla, introdúcela en una manga pastelera (aunque también puedes rellenarlos con una simple cuchara). Puedes meter tu relleno de café un rato en la nevera para que tenga más consistencia.
Paso 7:
Coge una ‘tapa’ del macaron y rellena en el centro con un poco de crema de café. Presiona con la otra ‘tapa’. Haz lo mismo con todos los macarons de café.
Presentación:
Como toque final espolvorea un poco de café soluble o canela molida antes de servir. A la hora del café…¡no habrá mejor maridaje que tus macarons de café!
El dilema de las claras de huevo:
Puede que en alguna ocasión hayas oído que es una buena idea elaborar los macarons con claras pasteurizadas. Lo que ocurre es que en este dulce francés lo mejor es que la clara tenga poco agua, así que puedes usar claras pasteurizadas o poner en práctica un truco casero: saca las clara del huevo y deja reposar en la nevera dos días en un recipiente a medio tapar.
Sugerencia:
Si quieres conseguir un relleno cremoso y contundente para tus macarons de café usa la mantequilla sin sal DIA, perfecta para tus elaboraciones dulces y saladas. En cremas y salsas no encontrarás mejor opción.
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