Mousse de queso fresco con miel

Hacer esta deliciosa Mousse de queso fresco con miel es realmente fácil y sencillo. Sólo tienes que juntar los ingredientes y decidirte. Prueba esta maravilla y ya verás como repites.
Cogemos un bol y en el montamos la nata con el azúcar. Remojamos las hojas de gelatina en agua fría, las escurrimos bien y las ponemos en un bol que metemos en el microondas unos segundos, el tiempo junto de que se disuelvan.
Desmenuzamos el queso de burgos lo máximo que podamos para que se integre bien luego en la mousse.
Añadimos la gelatina disuelta a la nata montada junto con el queso desmenuzado, lo hacemos con cuidado, para que la nata no se baje, y metemos en la nevera al fresco como mínimo 12 horas.
Cuando vayamos a servir, una de las opciones que podemos hacer es presentar esta mousse de queso en forma de bolas que hemos hecho con una cuchara y las ponemos en el plato, rociándolas con la miel. Si no también podemos hacerlo en copas individuales. Como más os guste, Yo lo suelo acompañar con nueces que me encantan y le dan el toque crocante.