Natillas que no empalaguen

Me considero fan de las natillas no empalagosas de mi abuela, sí como habéis oído no empalagosas. A mí que me encantan las natillas y que cuando voy a un restaurante me las suelo pedir de postre, nunca puedo acabármelas debido a que están demasiado dulces o empalagosas, y como hasta ahora las únicas natillas que me acabo y que repetiría mil veces más, son las de mi abuela os cuento como las hace ella para que las podáis cocinar vosotros en casa.
Lo primero que hay que hacer es en un cazo, poner a calentar la leche y con el azúcar, menos 1/5 parte de un vaso que dejarás sin calentar.
En el recipiente o recipientes donde vayas a presentar las natillas, vamos a poner en el fondo las galletas (unas junto a otras y nada más). Mojaremos las galletas con dos cucharadas de leche fresca., así las reblandeces.
En el vaso donde habías puesto 1/5 parte de leche, diluiremos el sobre natillas y removeremos bien.
Añadiremos al cazo de leche (que se estaba calentando), el sobre diluido con la leche fría. Removeremos y removeremos sin parar, porque cuanto más remuevas, mas espesas quedarán, que es lo que queremos, hasta ese punto de textura semiblanda.
Verteremos la mezcla al recipiente poco a poco de forma uniforme.
Las espolvorearemos con canela en polvo al gusto.
Por último, las dejaremos enfriar primero en la cocina y después las dejaremos en la nevera, al menos una hora o más.
Pasado el tiempo, ya podemos disfrutar de nuestras natillas no empalagosas de mi abuela.

CONSEJOS:
-Seguir los pasos, aunque recuerda, cuanto más remueves más espesa se hace, que es lo que buscamos con las natillas.