Tener pan de centeno hecho viene muy bien para acompañarlo con un plato en el que se pueda rebañar en la salsita. Además, este pan es muy sano, y supone una alegre variación al pan blanco normal. Delicioso para rebañar salsa, como os he dicho antes, o para disfrutar tostado con un poco de mantequilla y mermelada.
En primer lugar hay que disolver la levadura en un poco de agua caliente y mezclarla con una cucharada de la harina. Taparla y dejarla crecer unos minutos.
Mezclar en un bol grande y cómodo el resto de la harina con la sal y el resto del agua. Incorporar a esta mezcla la levadura y amasarlo todo durante hasta conseguir una masa que nos sea muy pegajosa y que sea fácil de trabajar. Hacerla una bola y dejarla reposar tapada con un paño húmedo hasta que doble su volumen.
Cuando la masa haya crecido, se le da la forma deseada y se pone en un molde tapada para dejarla otra vez crecer durante una hora.
Pasada la hora, meter el pan de centeno al horno precalentado a una temperatura de 150º durante una hora y media más o menos.
Pasado ese tiempo se saca del horno y se deja enfriar un poco antes de consumir.