Panacotta de moras

Mi abuelo tenía un huerto con un moral enorme. Me acuerdo de los finales de verano en los que íbamos todos los primos y nos hinchábamos a comer moras, volviendo a casa completamente manchados con sus jugos. De esa época viene esta receta de panacotta de moras. Si no lo habéis probado todavía, os insto a que lo hagáis porque es una delicia de postre.
Empezamos hirviendo la nata y el azúcar. Lo reservamos y dejamos enfriar.
Licuamos las moras, la colamos aunque no importa demasiado si se cuela alguna pepita. Diluimos la gelatina con agua, sobre unas 6 cucharadas soperas, y lo metemos unos segundos al microondas para que se hidrate correctamente.
A la mezcla de nata y azúcar le agregamos el licuado de las moras, Mezclamos bien y le incorporamos sin dejar de mover la gelatina hidratada.
Colocamos en moldes individuales y la llevamos a la nevera por dos horas.
Pasado este tiempo ya podemos prepararlas para servir y degustar. A mi me gusta poner un plato con una base de moras frescas, un poco machacadas para que suelten sus jugos, y encima colocar la panacotta de moras desmoldada. Lo remato con unas hojitas de menta que siempre le dan un bonito contraste.

Si te ha gustado esta receta, siempre puedes sustituir la mora por cualquier fruta que sea dulce, como las fresas, los melocotones, las cerezas, etc., hay un sinfín de ellas.