Patatas con chocos

Que algo sea sencillo de hacer no significa que no tenga que estar rico. Eso pasa con cualquier guiso de patatas, como estas patatas guisadas con chocos. El choco, también conocido como sepia, es uno de los alimentos que nos ofrece el mar que más bueno está en cualquiera de las formas que se cocine, y esta es maravillosa. Pruébala, repetirás.
En una cacerola honda, echamos el aceite que cubra bien el fondo, lo calentamos y añadimos el pimiento en trozos medianos y la cebolla bien picadita y las hojas de laurel, dejamos pochar a fuego bajo.
Cuando estén un poco hechos añadimos el ajo laminado, rehogamos bien y cuando estén casi hechos (la cebolla está blandita y empieza a cambiar de color a casi transparente, el pimiento se ablanda y cambia de color), añadimos los tomates pelados y picados, dejamos que se haga todo añadiendo la sal, la pimienta, el trocito de pastilla de caldo de pescado, y los chocos bien limpios y troceados.
Rehogamos a fuego bajo hasta que el tomate esté casi deshecho y los chocos más blandos.
En ese momento subimos el fuego, echamos el vino blanco (alrededor de 1/2 vaso), dejamos que reduzca y añadimos las patatas peladas y troceadas, rehogamos todo bien a fuego medio durante unos 4 minutos.
Echamos el agua hasta cubrir las patatas, cerrar la olla y esperar 15-20 minutos en olla rápida. Si lo haces en una cazuela convencional espera a que la patata este hecha, lo vas viendo clavando un cuchillo y cuando estén blandas es cuando están hechas. Pasado este tiempo listo para comer.