Tarda un poquito… sí. Pero es una de esas recetas que apenas tienen elaboración y después saben a gloria. Es un plato infalible para disfrutar en familia, con amigos o en ocasiones especiales. Solo tienes que controlar bien los tiempos de cocción. Forma parte de nuestro recetario tradicional y los más entendidos siempre te dirán los mismo: una buena materia prima es fundamental.
Paso 1:
Precalienta el horno a 160ºC. Mientras tanto, ve untando las piernas de cordero con un poco de aceite y echa sal. Intenta echar bastante sal porque durante la cocción en el horno, al ser larga, no quedará tan salado. Pela los ajos y lo que tienes que hacer es restregarlos por la carne para que coja mucho más sabor.
Paso 2:
Pon las piernas de cordero en una fuente para horno con 3 o 4 centímetros de profundidad como mínimo. Ponlas bocabajo e incorpora el agua y las hojas de laurel. Mételo en el horno comprobando que ya ha alcanzado la temperatura correcta, durante unos 45 minutos. Entonces dales la vuelta a las piernas y déjalas de nuevo en el horno durante una hora más.
Paso 3:
Por último, sube la temperatura del horno a unos 200ºC y deja cocinar unos 15 minutos más. Con esto conseguiremos dar un toque crujiente a la piel. A veces cada horno es mundo, por ello antes de retirarlo comprueba que está suficientemente cocinado y a tu gusto.
Presentación:
Presenta cada pieza con un toque de romero o alguna hierba aromática, que le aportará un agradable olor y una nota de color. Salsea después con el jugo que ha soltado. ¡Esta es una receta para mojar pan! Procura además que el plato que vayas a usar no sea demasiado plano para que no tengas problemas con el líquido.
Truco:
No hay que hacer cortes o aberturas innecesarias al preparar las piernas antes de cocerlas porque en ese caso se escaparían los jugos y la carne después quedaría un poco más seca. Para lograr también más jugosidad puedes abrir el horno cada 20 minutos y con una cuchara echar por encima un poquito del líquido que está soltando. Y otro consejo más: por mucho que tengas prisa o si tus invitados están a punto de llegar, no subas la temperatura del horno. ¡Todo a su debido tiempo!