Pollo asado con patatas al limón y romero

Del uno al diez el pollo me gusta once, y ahora que me he mudado a vivir solo y no tengo horno, no puedo hacerlo como más me gusta, que es el pollo asado con patatas al limón y romero. Pero bueno, algún domingo me cuelo en la cocina de algún amigo y, ya que soy “el cocinillas”, pues me quito el mono. No tiene mucha complicación ni requiere mucho tiempo, no se entiendo que ellos no lo hagan.
Hay que lavar el pollo muy bien por dentro y por fuera (si no te gusta o no sabes hacerlo, pídelo en la pollería). Se sala y se pone en una bandeja que lleve papel de aluminio en la base para que no se pegue. Se ponen las patatas cortadas en gajos en la bandeja del pollo y se salan y rocían con limón. El pollo se rocía con vino y se le ponen unas ramitas de romero.
Para que quede en su punto lo bueno es meterlo unos 40 minutos e ir controlando, pero dejarlo más para que dore bien con cuidado de que no se queme.
Consejo: No hagáis esto en casa de vuestros amigos, os tocará cada fin de semana.