La pularda es un tipo de gallina que es muy apreciada en la alta cocina ya que posee grasa infiltrada entre sus carnes, haciéndola suave y jugosa para comer. Suele ser un poco cara, pero por qué no permitirnos un pequeño capricho de vez en cuando o para una de nuestras celebraciones. Una receta que la hace completamente justicia es esta de pularda trufada y asada. Es un pequeño lujo pero un auténtico manjar de dioses.
Para empezar, haga unos cortes en la piel de la pularda y rellenarlos con láminas de trufa.
Salpimentar la pularda, cubrir con un poco de manteca, en el caso de no tener usar mantequilla, poner en una olla y dejar cocer en el horno a 180 grados. De vez en cuando, ir regando con el jugo que vaya soltando el ave.
A continuación, cuando ya vea quela pularda está cocinada, retirar la pularda del horno y dejar enfriar.
Puedes presentarla entera en una fuente acompañada con la salsa y con finas láminas de trufa, el verdadero lujo del plato, o puedes emplatar sus cortes y cubrirlos con un poco del jugo en el que se ha cocinado.
Darlos un golpe de calor para llevar a la mesa bien caliente. ¡A disfrutar!
Suelo acompañar esta deliciosa pularda trufada con una ensalada, para la que froto el interior de un bol con ajo, añado la sal, la pimienta y el vinagre, y remuevo con un tenedor. A continuación, incorporo el aceite y volvo a remover. Añado la escarola, los berros y las ramitas de apio.