El ramen es una versión japonesa y enriquecida de la sopa de fideos china y cada vez está más popularizado fuera de Asia. Es una de las comidas más emblemáticas del país nipón puesto que aparece a menudo en películas e ilustraciones. ¿Qué te parecería apartarte un rato de las sopas y pucheros tradicionales y darle una oportunidad a este plato sabroso, equilibrado, original y totalmente en boga?
Paso 1:
Llena un cazo con agua y sumerge los huevos. Ponlo a fuego alto y, cuando el agua empiece a hervir, baja la temperatura hasta fuego medio y empieza a contar 10 minutos. Cuando transcurra ese tiempo, saca los huevos del agua y déjalos un minuto bajo el chorro de agua fría para que pierdan calor y se corte la cocción. Pélalos y resérvalos.
Paso 2:
Corta la panceta en tiras y trocea las pechugas de pollo en porciones de un tamaño que puedas comer cómodamente de un bocado. Para comer ramen no se emplean cuchillos, de modo que tendrás que adaptarlo todo desde el principio.
Paso 3:
Pela el jengibre y rállalo con un rallador afilado. Con este método obtienes todo el sabor del jengibre y te libras de la molesta textura hebrosa.
Paso 4:
Coloca una olla lo suficientemente amplia para contenerlo todo a fuego medio alto. Echa un par de gotas de aceite y fríe la panceta: soltará la suficiente grasa para que no haga falta más aceite.
Paso 5:
Añade el pollo y el jengibre rallado y saltéalos en la grasa de la panceta. Cuando la superficie del pollo esté ligeramente dorada, añade el vino blanco y deja que reduzca y se evapore el alcohol.
Paso 6:
Agrega el caldo y la salsa de soja y deja cocer el pollo durante 15 minutos. Consulta las instrucciones del fabricante en el envase de la pasta y añádela a la olla del ramen cuando falte ese tiempo dentro de los 15 minutos estipulados.
Paso 7:
Corta por la mitad o en cuartos el huevo duro. Pica la cebolleta tierna o córtala en rodajas: lo que te resulte más estético para tu ramen.
Presentación:
Utiliza cuencos hondos para servir el ramen. Reparte los trozos de pollo y panceta, así como los tallarines, y cúbrelos con caldo. Añade un huevo por cuenco y decora con la cebolleta tierna y brotes frescos de soja. Ofrece palillos de madera a tus comensales para que consuman el ramen de la manera más auténtica.
Sugerencia:
La salsa de soja marca DIA aportará una concentración de sabor increíble a tu ramen. ¡Deliciosa, adictiva y de calidad!
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