¿Qué sería de un Día de Reyes, de un día 6 de enero sin Roscón de Reyes? El Roscón… ese bollo en forma de rosquilla gigante relleno o seco, pero siempre aromatizado con azahar, es una de las tradiciones más arraigadas en España. A los niños les encanta… y siempre quieren más, a veces por golosos, y en otras ocasiones por buscar la sorpresa que oculta en su interior. Claro, que un buen Roscón también oculta el ‘haba’ que indicará a quien le toque… que debe pagar el roscón. ¡Prueba a hacerlo en casa!
Paso 1:
Ralla la cáscara del limón y de la naranja con cuidado de quedarte sólo con la parte amarilla y naranja, respecticamente, que es donde se concentran los aceites esenciales y todo el sabor de la fruta. Debes evitar, sin embargo, la parte blanca de la cáscara, que amarga podría llegar a arruinar tu roscón.
Paso 2:
En una cazuela, funde la mantequilla junto a las ralladuras, el azúcar, el ron, la sal y el agua de azahar a fuego muy suave hasta que reduzca y coja consistencia. Retira del fuego y deja enfriar.
Paso 3:
En un bol aparte, pon un poco de agua tibia y diluye la levadura. Añade los huevos cascados y la harina tamizada, es decir, pasada por un colador fino o tamíz, para que se airee y quede más suelta. Ve mezclando e incorporando todos los elementos hasta obtener una mezcla sólida. Cuando el almíbar esté templado, añade a la mezcla anterior y mezcla hasta que absorba todo el líquido. Añade a la mezcla las frutas confitadas y picadas.
Paso 4:
Amasa la mezcla bien, ya con las manos. Trabájala hasta obtener una masa fina, suave y moldeable. Cuando adquiera la textura deseada haz una bola y cúbrela con un paño, durante una hora a temperatura cálida.
Al cabo de una hora, la masa habrá fermentado. En ese momento, aplástala ligeramente y dale la forma de un aro de unos 60 centímetros. Precalienta el horno a 180°
Paso 5:
Pinta tu roscón con el huevo batido y colócalo en una bandeja con papel de horno. Dale unos cortes con las tijeras en la parte superior y mételo en el horno previamente precalentado a 180°. Hornea durante 30 minutos. Sácalo del horno y deja que se enfríe.
Presentación:
Puedes adornar tu roscón como prefieras, con frutas confitadas en trozos, con rocas de azúcar, con almendras laminadas… y aunque está delicioso seco, puedes abrirlo y rellenarlo con nata recién montada. ¡Ah! y lo más importante no olvides introducir en tu Roscón de Reyes la sorpresa, una vez que hayas dado forma de rosca a la amasa, pero antes de pintarlo. ¡Delicioso!