Rosquillas

En Madrid, las llaman tontas o listas… dependiendo de si llevan o no una cobertura de azúcar. Pero de una forma u otra, están deliciosas. Es la típica receta de la abuela, que pasa de generación en generación (con algunos trucos o variantes) y que te saca de un apuro en un santiamén. Porque son muy fáciles de preparar, muy económicas y su sabor, no se olvida. Puedes probar también a glasearlas o cubrirlas con un chocolate…¡imaginación al poder en la cocina!

Paso 1:

Mezcla en un bol el huevo (no lo eches ya batido, sino entero), el aceite y la leche (lo ideal que es que esté fría, no a temperatura ambiente) e incorpora también el licor de anís. Cuando hayas integrado todo bien incorpora el azúcar y la levadura. En ese momento, empieza a añadir la harina poco a poco y tamizada. Es decir, pasada por un colador fino para conseguir que se airee. Asi evitarás grumos. Tienes que echar más o menos la cantidad indicada de harina, hasta que veas que la mezcla ya no admite más.

Paso 2:

Con la masa ya lista (su textura no debe ser líquida, sino más bien consistente), haz churretes con la masa, esto es, haz pequeñas bolitas como del tamaño de una nuez o un poco más grandes, amásala con las manos para estirarla y hacer una especie de tubos.  Después une los dos lados del tubo para formar rosquillas.

Paso 3:

A la hora de freírlas, el aceite no debe estar muy caliente. Fríelas hasta que se hinchen y cojan cuerpo, y en ese momento, sube el fuego. Así conseguirás que queden doraditas. Cuando las saques de la sartén escúrrelas dejándolas reposar encima de papel de cocina o absorbente. Espolvorea sobre ellas azúcar glas y le darás el toque perfecto.

Presentación:

Acompáñalas con unos frutos rojos, unos bastones de piña o alguna fruta que elijas para hacer que tu merienda sea deliciosa. A la hora del café son infalibles, ¡Y a los niños les encantará!

Truco:

Para asegurarte que un huevo es fresco y que está en buenas condiciones, no lo incorpores directamente a tus masas o a tus mezclas. Mejor échalo antes en un bol pequeños o plato. Evitarás también que caigan cáscaras que no deseas.