Rosquillas borrachas

Las rosquillas borrachas son un dulce muy típico que forma parte de la repostería española. En mi zona son muy típicas comerlas en la época de Semana Santa. En mi casa las solemos hacer el día del miércoles santo por la mañana. Os cuento como las hago aunque sigo la receta que me dio mi abuela y a ella su madre. ¡Están muy ricas!
En primer lugar vamos a mezclar en un bol el aceite con el licor de cerezas. Después tenemos que añadir el azúcar y luego la harina poco a poco mezclando constantemente hasta obtener una masa que no se pegue en los dedos.
A continuación vamos a armar las rosquillas y a freírlas en abundante aceite caliente hasta que se doren suavemente de ambos lados.
Seguidamente teneos que retirar las rosquillas del aceite con espumadera, escurriéndolas bien y colocarlas en una bandeja con papel absorbente para que queden sequitas.
Todavía calientes, las vamos a bañar en el almíbar que se obtiene de hervir a fuego fuerte el agua con el azúcar y el licor hasta que se consuma a la mitad y quede ligeramente espeso.
Finalmente tenemos que retirar del almíbar las rosquillas y espolvorearlas con azúcar moreno y azúcar blanca mezcladas.

¡Riquísimas estas rosquillas borrachas!

CONSEJOS:
-He empleado licor de cereza que se puede reemplazar por otro de cualquier sabor (de anís, de melocotón, etc.) tanto en la masa como en el almíbar. Lo importante es que las rosquillas sean borrachas como su nombre lo indica.
-Freír las rosquillas de a pocas, bien separadas unas de otras e inmediatamente de escurrirlas bien introducirlas completamente en el almíbar.