De esos típicos sábados que te apetece comerte unas salchichas con huevo, todo bien cargadito de grasa porque hace un frío insoportable y necesitas algo consistente. No es necesario que vayas al bar, es muy sencillo y más sano hacerlo en casa.
Preparamos una sartén con aceite en el fuego y, cuando esté caliente, sofreímos unos ajos hasta que estén blanditos. Mientras, partimos las salchichas en rodajas y las echamos a la sartén cuando los ajos están pochaditos. Lo removemos bien todo en conjuntos para que las salchichas no se quemen y, cuando ya está casi hecho, echamos una cucharada de harina y removemos bien.
Echamos un poco de agua en la sartén para hacer una salsa. Removemos bien y echamos los huevos a la sartén para que se frían. Una vez hechos, intentamos sacarlos al plato sin que se rompan y los servimos acompañados, entre otras cosas, de pan para mojar en la yema.
Apetitoso, ¿no?