Esta salsa de pimientos es perfecta para acompañar con carnes o con pescado, o simplemente para mojar unas patatas fritas. No tiene un sabor muy fuerte, por lo que es la guarnición perfecta.
Empezamos pelando el ajo y quitándole la parte del centro. Lo picamos en trozos muy pequeñitos y los ponemos en un vaso de batidora o en la licuadora. Además, echamos también los pimientos colados, la cucharadita de azafrán molido, la pimienta rosa molida, el vinagre balsámico y la sal al gusto. Hacemos de esta mezcla un puré muy fino y lo corregimos de sal si es necesario.
Ponemos la salsa de pimientos en una salsera y la servimos a la temperatura que queramos, dependiendo un poco de a lo que esté acompañando.
¡Buen provecho!