Tener una salsa de tomate casera es muy útil, porque dará a tus guisos un toque único. Hoy te proponemos una variación; salsa de tomate, mozzarella y albahaca, todo un clásico en la cocina italiana.
Paso 1:
Acerca un cazo al fuego con un chorrito de aceite de oliva y sofríe el ajo pelado y abierto a la mitad, sin el corazón. Cuando el ajo se haya dorado ligeramente, retíralos. Pica la cebolla sobre una tabla de cortar, y procura que te quede muy menuda. Agrégala y deja que se poche a fuego suave hasta que esté transparente ¡Despacito y buena letra o se tostará enseguida si pones el fuego fuerte!
Paso 2:
Echa al cazo el tomate triturado y los tomates cherry partidos a la mitad. Después deja que se vaya pochando todo a fuego muy suave durante 30 minutos como mínimo. Como buen cocinillas, cuchara en mano…corrige de sal y de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate.
Paso 3:
Aplasta los tomates cherry con la ayuda de un tenedor… No lo hagas con demasiada vehemencia para que queden trocitos… aunque si hay niños en casa a los que no les gusta encontrarse con trocitos, por pequeños que sean… también puedes triturar. Es otra opción. Si vas a guardar esta salsa, o a conservarla, hazlo en este punto. Y el paso final hazlo solo cuando la vayas a utilizar, dado que la albahaca se oxidaría y perdería todo su aroma.
Paso 4:
Así que, cuando vayas a utilizar la salsa, pica las hojas de albahaca en trozos… tampoco debes picarla demasiado. Por otro lado, escurre muy bien la mozzarella de su agua, parte en cubos pequeños. Añade la albahaca y la mozarrella al tomate, y mezcla bien. Rectifica de sal si fuera necesario y adereza con un poco de pimienta negra.
Presentación:
Guarda la salsa de tomate mozzarella y albahaca en pequeños frascos de cristal y conserva en la nevera como máximo una semana.
Sugerencia:
Pastas, ensaladas frescas y pizzas. La mozzarella puedes usarla para todo esto y mucho más. Si quieres una que te sirva para hornear y para usarla en frío por igual prueba la de marca DIA. Escúrrela bien antes de usarla y te encantará. El resultado en pizzas es estupendo porque te quedará cremosa y para una ensalada caprese es perfecta.
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