Salsa Huancaína

Te recomiendo la salsa huancaína para muchísimas cosas, frías o calientes. Realmente, puedes comer esta salsa tal cual, o añadiéndola a otra mezcla de salsas, ahora, eso sí, te recomiendo que la pruebes sin nada para notar el sabor tan delicioso que tiene.
Lavar los ajíes con abundante agua y tratar de sacarles todas las semillas y las venas. Una vez estén listos, volverlos a lavar muy bien con abundante agua.
Licuar lo que ha quedad de los ajíes junto con un chorrito de leche hasta dejarlo bien mezclado. Con la licuadora encendida, agregar el queso a la mezcla poco a poco para ir integrándolo bien con el resto de ingredientes. Si la consistencia de la salsa no es espesa, agregarle galletas de soda hasta lograrlo. No tiene que ser un mazacote de salsa, pero tampoco puede estar líquida, tiene que quedar más o menos como una mayonesa.