Atención, con todos ustedes, todo un clásico de la cocina francesa: la deliciosa salsa tártara. Una salsa fresca, que se elabora a partir de mayonesa, mostaza y con el toque de vinagre que le aportan los pepinillos y el vinagre. Según el Larousse Gastronómico, su origen habría que buscarlo en 1756 cuando el Marqués Richelieu atacó Menorca y el fuerte de San Felipe de Mahón y probaron la salsa alioli… y en la forma en que después lo adaptaron a sus gustos. Sea como como sea… olvídate de las tribus tártaras de Asia Central y Siberia… porque no comparten más que el nombre. La salsa tártara es ideal para acompañar gambas, langostinos y otros mariscos… aunque también es fantástica para enriquecer huevos, unos espárragos, crudités o cualquier pescado… por ejemplo salmón ahumado.
Paso 1:
Pica todo lo fina que puedas la cebolla y ponla en un bol. Pica también los pepinillos en aros finitos y las alcaparras, en ambos casos bien escurridos.
Paso 2:
Añade la mayonesa junto con la mostaza y revuelve bien.
Paso 3:
Pica muy finamente el perejil y ve añadiéndolo a tu salsa poco a poco, hasta obtener la consistencia adecuada. Mezcla todo bien, prueba de sabor, por si tuvieras que corregir alguno de sus ingredientes, y reserva en la nevera.
Presentación:
Presenta tu salsa tártara en una salsera o cuenco… o directamente sobre la receta en la que lo vayas a emplear. Si quieres, puedes adornar con dos o tres alcaparras enteras.
Consejo:
Como esta receta de salsa tártara se elabora a partir de mayonesa… lo mejor es hacer poca cantidad para que no sobre. Y, sobre todo, olvídate de hacer tu propia mayonesa (¡sobre todo ahora en verano!) y opta por hacer esta salsa con mayonesa marca DIA, concretamente la mayonesa de aceite de oliva, ya que su sabor es más intenso y tiene mayor cuerpo, que es lo que necesitas en esta receta.
En Demos la vuelta al día: Recetas baratas y Recetas fáciles
En Demos la vuelta al día: Recetas de salsas