De aperitivo, de postre, para un brindis… por ejemplo el primero de año… en realidad, cualquier momento es bueno para tomar este delicioso sorbete, especialmente tras una comida copiosa.
Paso 1:
Calienta a fuego muy suave la ginebra en una ollita con el té y el azúcar, para que infusione. En el momento en el que empiece a echar humo, apaga el fuego y deja reposar 5 minutos. Después deja que se enfríe bien en la nevera.
Paso 2:
Mezcla el sorbete con la nata y la infusión de ginebra hasta que quede una mezcla homógenea con una batidora de mano o en un vaso triturador. Añade la mitad del cava y mezcla otra vez un poquito.
Paso 3:
Por último, en un bol, mezcla el resto del cava con delicadeza y con la ayuda de una espátula.
Sirve de inmediato… ya que en apenas unos minutos los ingredientes vuelven a separarse. Presenta en bonitas copas de cóctel, decoradas con una rodajita de limón… o si lo prefieres, también puedes poner azúcar en el borde de la copa.
Alternativa:
Esta receta queda igual de rica con otros sorbetes de frutas como piña o fresa… ¡prueba a hacer varios a la vez!