Sushi invertido con atún y queso fresco

Receta de: Arroces y pasta
Plato: Aperitivos y tapas, Entrantes, Plato frío, Plato único, Primer plato, Segundo plato
Cocina: Internacional, Ocasiones especiales
Sushi invertido con atún y queso fresco
Media
41-50
151-300
€€
Sushi invertido con atún y queso fresco
Valoración media
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Ingredientes
  • Arroz de grano redondo (175 gr)
  • Agua (250 ml)
  • Vinagre de arroz (25 ml)
  • Azúcar (1 cucharadita)
  • Alga nori (4 hojas)
  • Atún (75 gr)
  • Pepino (1/4 ud)
  • Queso cremoso (4 cucharadas)
  • Huevas ((de pez volador))
  • Sal
  • Salsa de soja
  • Jengibre encurtido
  • Wasabi
  • Arroz de grano redondo (350 gr)
  • Agua (500 ml)
  • Vinagre de arroz (50 ml)
  • Azúcar (1/2 cucharada)
  • Alga nori (7 hojas)
  • Atún (150 gr)
  • Pepino (1/2 ud)
  • Queso cremoso (8 cucharadas)
  • Huevas ((de pez volador))
  • Sal
  • Salsa de soja
  • Jengibre encurtido
  • Wasabi
  • Arroz de grano redondo (500 gr)
  • Agua (800 ml)
  • Vinagre de arroz (80 ml)
  • Azúcar (1 cucharada)
  • Alga nori (10 hojas)
  • Atún (200 gr)
  • Pepino (1 ud)
  • Queso cremoso (12 cucharadas)
  • Huevas ((de pez volador))
  • Sal
  • Salsa de soja
  • Jengibre encurtido
  • Wasabi
Elaboración

El sushi invertido o uramaki sushi (o incluso “sushi californiano”) es una variedad de sushi nacida en Estados Unidos consistente en, como su propio nombre indica, invertir el orden de los componentes del maki sushi y enterrar el alga dentro del arroz. Este sushi invertido de atún y queso fresco no es un plato rápido de elaborar (ningún sushi lo es) pero, con un poco de planificación, puedes organizar una tarde de sushi para tenerlo listo para la cena y disfrutar del paso a paso de una técnica milenaria japonesa. Si tienes invitados, invítales también a sumarse a la elaboración: ¡el sushi es muy divertido de hacer en compañía!

Paso 1:

El secreto para un buen sushi se encuentra en la textura del arroz. Una mala textura puede arruinar los rellenos más cuidados y, sin embargo, un arroz bien conseguido es capaz de levantar unos ingredientes mediocres. Para asegurarte los mejores resultados posibles, busca una variedad de arroz de grano corto, preferiblemente japonesa, y lávalo cuidadosamente. El proceso de lavado es largo y repetitivo, pero la diferencia merece la pena. Llena un recipiente de agua, sumerge el arroz y masajéalo con la mano. El agua se teñirá casi inmediatamente de blanco: es el exceso de almidón, que empieza a soltarse. Cuanto menos almidón sobrante tenga el arroz, más pegajoso y compacto quedará después. Cuela el arroz, pásalo por el grifo, enjuaga el recipiente, rellénalo con agua limpia y vuelve a sumergir y a remover el arroz. Al final el agua debe salir prácticamente transparente, así que puede que tengas que repetir todo el proceso hasta 8 veces.

Paso 2:

Llena una olla de fondo grueso con el agua indicada en la receta, echa dentro el arroz y ponla a fuego medio-alto bien tapada. Cuando escuches que el agua empieza a hervir, regula la temperatura hasta dejarla a fuego bajo y espera 15 minutos a partir de ese momento. Una vez cumplido este tiempo, retira la olla del fuego y deja reposar el arroz 10 minutos más. No retires la tapadera de la olla bajo ninguna circunstancia durante todo este proceso.

Paso 3:

Prepara una fuente, bandeja o tabla amplia y extiende el arroz por encima. Procura que quede muy desplegado para que no tarde mucho en enfriarse. Prepara una mezcla de vinagre y azúcar y viértela cuidadosamente sobre el arroz, asegurándote de repartirla por toda la superficie.

Paso 4:

Con ayuda de una espátula de madera, haz surcos a lo largo y a lo ancho del arroz. Este paso tiene dos funciones: enfriar el arroz e impregnarlo bien de vinagre. Repite los surcos hasta que el arroz se haya enfriado completamente.

Paso 5:

Lava el pepino, córtalo longitudinalmente y retira las semillas con una cucharita. Córtalo en tiras o en taquitos pequeños. Si quieres que tenga una textura especialmente crujiente, sumérgelo en un recipiente con agua fría, hielo y un puñado de sal gorda y mételo en la nevera durante 30 minutos. Después sácalo, enjuágalo y sécalo bien con papel de cocina.

Paso 6:

Corta el atún crudo y fresco en tiras de medio centímetro de grosor y una longitud equivalente a la de las hojas de alga nori.

Paso 7:

Prepara la esterilla para enrollar sushi cubriéndola con papel film. Coloca cerca de ti un recipiente con agua para humedecerte los dedos. Corta las láminas de alga nori por la mitad a lo largo.

Paso 8:

Coloca una mitad de alga nori sobre el papel film de la esterilla y cúbrela con una capa de arroz de cuatro milímetros de grosor. Procura que sea una capa compacta y regular y humedécete los dedos para trabajarla. Deja sin cubrir una tira estrecha en el borde del alga.

Paso 9:

Con mucho cuidado, dale la vuelta a la doble capa de alga y arroz y deja que sea el arroz lo que ahora repose sobre la esterilla. Sitúa en el centro del alga una tira de atún, unas tiras o taquitos de pepino y un cordón de queso cremoso.

Paso 10:

Comienza a enrollar el sushi con ayuda de la esterilla, compactándolo a medida que lo enroscas. Humedece ligeramente la tira de alga nori que dejaste sin cubrir para que se adhiera a su otro extremo. El rollo debe tener un núcleo de atún, pepino y queso rodeado por el alga y con una cubierta uniforme de arroz. Repite el proceso hasta que se termine el arroz.

Paso 11:

Extiende las huevas sobre un plato llano y haz rodar los rollos sobre ellas para que se impregnen bien por fuera.

Presentación:

Corta tu sushi invertido con atún y queso fresco en porciones ayudándote del cuchillo más afilado que tengas. Moja la hoja en agua entre corte y corte. Distribuye las porciones en una fuente y sírvelo acompañado de salsa de soja al gusto, pétalos de jengibre encurtido y un poco de wasabi para quien quiera animar el paladar. 

Sugerencia:

Adereza sabrosamente tu sushi invertido con atún y queso fresco con la salsa de soja DIA. El complemento perfecto para tu cena oriental.

Alternativa:

Puedes cubrir tu sushi invertido con atún y queso fresco con las huevas que encuentres. Huevas de pez volador, de lumpo, de salmón… todas aportarán un toque marino delicioso. También puedes probar a añadirle aguacate al relleno y convertirlo en un California roll con todas las de la ley.

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