¿Unos platos que llenar en veinte minutos, una tartera que preparar con prisas antes de dormir, y ninguna idea en la recámara? Pues con tres ingredientes protagonistas muy bien escogidos puedes preparar un plato sabroso, ligero y con matices como estos tallarines con salmón y huevas que, además de sus propiedades gustativas, cuenta con todos los beneficios nutricionales del pescado azul. Grasas buenas, omega 3, proteínas de alta calidad… raras veces cuidarse es tan sencillo y placentero.
Paso 1:
Pon a calentar agua abundante en una olla. Cuando rompa a hervir, añade un puñado de sal y echa los tallarines. Cuécelos siguiendo las instrucciones del fabricante y respeta los tiempos indicados en el paquete para que quede al dente. Cuando estén hechos, escúrrelos y resérvalos.
Paso 2:
Abre el paquete de salmón ahumado y separa las láminas entre sí. Córtalas en tiras o cuadrados de tamaño mediano: lo suficientemente pequeños para comerlos de un bocado cómodamente y lo suficientemente grandes para poder apreciar con propiedad el sabor y la textura en ese mismo bocado.
Paso 3:
Deshoja unas ramas de perejil y trocea las hojitas con los dedos o pícalas a cuchillo.
Paso 4:
Mezcla los tallarines con los trozos de salmón ahumado y añade las cucharadas de huevas de salmón. Remueve con cuidado para no romperlas, puesto que son muy frágiles.
Presentación:
Sirve tus tallarines con salmón y huevas recién hechos sobre una fuente de color blanco o negro para que el tono nacarado de las huevas y el rosado del salmón resalten. Esparce sobre ellos el perejil fresco para que su color verde brillante termine de aportar un bonito contraste. ¡No esperes a que se enfríe!
Sugerencia:
Dale a tus tallarines con salmón y huevas un profundo sabor marino con el salmón ahumado noruego de DIA. Su textura fresca y firme te encandilará.
Alternativa:
Si quieres multiplicar el sabor a mar del plato, hierve los tallarines en caldo de pescado. Les proporcionará un gusto aún más marcado a tus tallarines con salmón y huevas y, tras colarlo, puedes utilizar el caldo en cualquier otra preparación. ¿Un risotto de pescado, por ejemplo?
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