Tarta de chocolate, con nata y cerezas en almíbar

Si estas buscando una tarta con la que sorprender a tus amigos, la tarta de chocolate, con crema y cerezas en almíbar es la que estabas buscando. Es muy sencilla de hacer y el sabor es delicioso. Se compone de un fantástico bizcocho con una deliciosa crema de nata y licor de cerezas de relleno. Es el postre perfecto.

Para hacer la base de la tarta, es decir el bizcocho, lo primero que hacemos en fundir el chocolate al baño María junto con la mantequilla y entibiar.
Mientras vamos batiendo en un bol amplio los huevos con la sal y la vainilla.
Sobre los huevos batidos, vertemos el azúcar y lo integramos. Cuando esté bien mezclado añadimos el chocolate y la harina de poco a poco cada vez, para hacerlo con cuidado y que no se nos formen grumos, hasta su totalidad.
Lo unimos todo bien hasta tener una masa homogénea.
Preparamos un molde de horno untándolo con mantequilla y espolvoreándolo de harina. Vertemos la preparación en el molde y lo metemos a cocer en un horno, previamente calentado, a una temperatura de 180º durante unos 25 minutos. Cuando veamos que el bizcocho ya está hecho, lo sacamos del horno y lo dejamos entibiar a temperatura ambiente antes de desmoldar. A partir de ese momento lo dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Mientras se enfría el bizcocho hacemos el relleno. Para ello batimos la nata junto con el azúcar y la esencia de vainilla hasta que se monte a punto chantillí.
Escurrimos el almíbar de las cerezas, y ese almíbar lo mezclamos con el vino dulce.

Para montar la tarta lo que hacemos es partir el bizcocho en dos de forma horizontal, y bañamos ambos lados del bizcocho con la mezcla de almíbar y vino dulce. Después cubrimos la parte de abajo del bizcocho con una parte de la crema de nata y ponemos sobre ella varias cerezas. Tapamos con la otra parte del bizcocho, y cubrimos toda la tarta con el resto de la crema chantilly. Decoramos con las cerezas.

Esta tarta de chocolate, con crema y cerezas en almíbar podéis hacerla de tantas capas como queráis, solo tenéis que dividir el bizcocho en las partes deseadas.
Para comprobar que el bizcocho está listo, lo que hacemos es introducir en su interior un palillo de los de brocheta, y si cuando lo saques está seco y limpio, significa que ya está.