Tarta de hojaldre con crema y frutas

No me suelen gustar las tartas por lo general, mucho menos si son de chocolate, me ponen dolor de cabeza. Pero he descubierto esta tarta de hojaldre con crema y frutas que la verdad que es no me sabe tanto a tarta, no solo por el sabor del hojaldre si no porque, al llevar frutas, no deja esa sensación de empacho de una tarta llena y rellena de chocolate.
Ponemos la lámina de hojaldre en un molde con papel para hornear o bañado en mantequilla. Cuanto más grande sea la lámina con respecto al molde mejor porque, al echar la crema, es mejor que tenga bordes que cubran y, de esa forma, no se salga. Pinchamos el hojaldre con un tenedor para que no se hinche al calentarlo y lo metemos al horno a 200º por arriba y por abajo, unos 15 o 20 minutos, controlando que no quede demasiado hecha. Una vez lista, la dejamos enfriar cerca de una ventana, sin meter a la nevera.
Cogemos una manga pastelera y la rellenamos de crema. Con mucho cuidado y con el hojaldre ya frío, vamos rellenando de crema (recién sacada de, la nevera) nuestra tarta y repartiéndola bien con ayuda de una espátula de plástico. Es importante rellenar hasta el borde para que luego las frutas sobresalgan y quede una presentación bonita.
Una vez repartida la crema por el hojaldre, Cortamos las frutas que hayamos elegido a nuestro gusto, siempre mejor en gajos, y las ponemos encima del hojaldre colocadas como queramos también. Aplastamos con cuidado para que se peguen a la crema, pero cuidado de no estropear la fruta.
Para terminar, pintamos, con ayuda de un pincel o brocha de cocina, las frutas con gelatina para darle brillo a la tarta y la metemos a la nevera para que se enfríe.