Tarta de Piñones

La tarta de piñones es una tarta que hacia mi abuela cuando éramos pequeños. Delante de su casa había un gran pino, y mi abuelo cuando se jubiló se dedicaba a recoger los piñones con los que mi abuela preparaba este dulce. A mí me toca comprarles, pero hacer esta exquisita tarta me recuerda a ellos, y eso hace que sea aún más especial.

El primer paso para la elaboración de la receta es el de untar el molde redondo con mantequilla para que no se pegue a él la masa quebrada.
Con la ayuda de un rodillo doblaremos la masa por la mitad y volveremos a doblarla para poder ponerla más fácilmente en el molde.
Con las manos vamos a aplastar la masa contra el molde para así conseguir que no haga burbujas teniendo mucho cuidado en que la masa cubra todos los bordes.
Con la ayuda de un cuchillo cortaremos el sobrante de masa.
Ahora preparamos el relleno, poniendo en un cuenco los 3 huevos y el azúcar y lo batiremos con un batidor eléctrico.
Cuando este añadiremos el agua de azahar, la maicena, la leche y la nata para montar y continuaremos batiendo hasta que quede bien batido.
En ese momento añadiremos unos 50 grs de piñones al relleno.
A continuación llenaremos el molde con el relleno, teniendo mucho cuidado ya que está muy líquido, pero con la ayuda de la maicena se cuajará en el horno.
Mientras preparábamos el relleno hemos precalentado el horno a 190º centígrados. Metemos la tarta de piñones y la dejamos cocer durante unos 40 a 45 minutos. Cuando veamos que se empieza a dorar por encima, taparemos la tarta con papel de aluminio vigilando que el papel no toque la tarta ya que se podría pegar.
Dejaremos enfriar la tarta.
Tostaremos ligeramente los piñones en el horno, dándoles vueltas para que no se quemen.

Cubriremos la tarta de piñones con el resto de los piñones y la espolvorearemos con un poco de azúcar glas.
Desmoldaremos con mucho cuidado.

Trucos y consejos:
Si se quiere, en lugar del azúcar glas se puede hacer un almíbar con un poco de mermelada. Este lo haríamos mezclando unas 3 cucharadas soperas mermelada de melocotón con otras 3 cucharadas soperas agua, para después pintar la tarta y darla brillo en lugar del acabado mate del azúcar.