Tarta de Santiago tradicional

El dulce más típico y característico de Galicia: la tarta de Santiago tradicional. Bueno, de Galicia y de todo el Camino: su sabor es tan delicioso y su aporte energético tan alto que no puede ocurrirse un bocado mejor para los agotados peregrinos tras una dura jornada de marcha. Existen versiones de esta tarta llamadas "con forro" porque tienen una base de hojaldre o masa quebrada. En este caso, la receta es la clásica de masa de almendra, huevo y azúcar sin más, de modo que es absolutamente segura para celíacos.

Paso 1:

Precalienta el horno a 180°C. Prepara un molde desmontable lo suficientemente ancho como para que la cantidad de masa de tarta de Santiago tradicional con la que vas a trabajar pueda extenderse lo suficiente sin dejar de tener un cierto grosor. Encamisa el molde untándolo de mantequilla o aceite de girasol o de oliva suave y después espolvoréalo con harina. Otra opción es forrarlo con papel sulfurado para que no se pegue.  

Paso 2:

Adquiere unas almendras molidas crudas de buena calidad o muélelas por tu cuenta con una batidora o robot de cocina hasta que queden reducidas a un polvo sedoso. 

Paso 3:

Casca los huevos en un recipiente diferente al que vas a usar para para verterlos. Aquí puedes seguir dos métodos diferente según el resultado que quieras para tu tarta: el verdaderamente tradicional, que consiste en mezclar los ingredientes directamente tras batir un poco los huevos y que da lugar a una tarta de Santiago tradicional con su característica textura densa y apelmazada; u optar por trasgredir un poco la tradición, separar yemas y claras, batir estas últimas a punto de nieve y obtener una tarta más ligera y esponjosa. En el caso de que prefieras seguir la receta canónica,  simplemente bate los huevos con una varilla hasta que se mezclen. Si prefieres una consistencia más aireada, separa las clara de las yemas y bate las primeras con unas varillas eléctricas hasta obtener un punto de nieve lo suficientemente denso como para que al darle la vuelta al recipiente las claras se sostengan por sí mismas. A continuación, mezcla la clara a punto de nieve y las yemas, que habrás batido previamente, con movimientos suaves y envolventes. 

Paso 4:

Mezcla las almendras con el azúcar normal y, opcionalmente, con la ralladura de limón y la canela cocida. Si sigues el método clásico, lo único que tienes que hacer es empezar a integrar el huevo batido a la almendra molida y al azúcar normal hasta conseguir una masa.Habrás de hacer lo mismo en la versión con truquito, pero integrando los ingredientes sólidos suavemente y poco a poco, hasta obtener una masa aireada y uniforme.

Paso 5:

Vierte la masa en el molde preparado e introdúcela en el horno precalentado aproximadamente media hora. Comprueba si la tarta está hecha a partir de los 20 minutos pinchando el centro con una brocheta. Cuando salga limpia, saca la tarta del horno, desmolda después de 10 minutos fuera y deja enfriar completamente sobre una rejilla.

Presentación:

Pocas presentaciones hay más características que la de la tarta de Santiago tradicional, ¿verdad? Consigue una plantilla de la cruz de Santiago, colócala en el centro de la tarta y espolvorea abundante azúcar glas por encima ayudándote de un colador pequeño. Ya está lista e igual de bonita que siglos atrás.

Sugerencia:

Endulza tu tarta de Santiago tradicional con el azúcar blanco DIA para la masa y el azúcar glas que también puedes encontrar en tu tienda DIA más cercana para la superficie.

En Demos la vuelta al día: Cocina gallega, más allá de los tópicos