Tarta rústica de ricotta

Las tartas de queso también pueden ser saladas aunque estoy seguro que la mayoría de las veces que la coméis o habéis comido han sido dulces. Estas tartas de queso nos permiten introducir todo tipo de ingredientes como verduras, carnes e incluso algún fruto seco. La tarta que os voy a contar como hacer y que está riquísima, es la tarta rústica de ricotta. Para lo que no sepáis que es la ricotta, es el requesón que nosotros conocemos solo que en Italia tiene ese nombre, por que lo es fácil hacernos con este tipo de queso en cualquier supermercado.

Lo primero que haremos será cortar el calabacín y el diente de ajo en trozos menudos que, salteamos en una sartén con 2 cucharadas de aceite de oliva durante unos 5 minutos. A continuación salpimentaremos al gusto, le añadiremos orégano y dejaremos templar.
Seguidamente en un cuenco mezclaremos el queso ricotta, los huevos, 25 gr de parmesano, nuez moscada y un poco de sal. Batiremos hasta obtener una crema homogénea.
Sobre una placa de horno colocaremos la lámina de hojaldre y, extenderemos sobre ella, con cuidado de no llegar a los bordes, la crema que tenemos ya preparada.
Sobre la crema repartiremos el calabacín, los tomates secos picados en trozos menudos y, espolvorearemos con una cantidad generosa de parmesano.
Llevaremos al horno, precalentado a 180º C, y dejaremos cocer durante unos 30 minutos o hasta que veamos que el hojaldre está dorado.
¡Que pinta tiene nuestra tarta rústica de ricotta!
Podemos servirla tanto en templado como en frío. De ambas maneras esta rica.