El espíritu apasionado y un poco barroco de estas fechas se refleja perfectamente en estas torrijas de leche y crema de whisky, una versión intensa del dulce tradicional y también obligatoriamente adulta, dado su contenido en alcohol. Si quieres unas torrijas diferentes y poco ortodoxas, anímate a probar estas.
Paso 1:
Vierte la leche condensada, la nata, el whisky, el café y el sirope de chocolate en un vaso de batidora y bátelo hasta que adquiera el aspecto de una crema uniforme. Cuando la hayas obtenido, cuélala y resérvala.
Paso 2:
Echa la leche en un cazo junto a unas gotas de esencia de vainilla, la canela en rama y el azúcar y ponlo al fuego. Cuando la leche empiece a hervir, retírala del fuego, tapa el recipiente y déjala reposar en infusión unos 20 minutos.
Paso 3:
Cuela la leche para eliminar residuos sólidos y déjala enfriar completamente. Puedes meterla en la nevera para agilizar el proceso.
Paso 4:
Mezcla la leche y la crema de whisky vertiendo ambas en un recipiente y batiendo enérgicamente con unas varillas hasta que se integren uniformemente.
Paso 5:
Corta el brioche en rebanadas de dos o tres centímetros de grosor. Dispón las rebanadas en un plato amplio o una fuente. Mójalas con la leche aromatizada mezclada con la crema de whisky y espera unos minutos a que se empapen bien por las dos caras.
Paso 6:
Casca los huevos en una superficie diferente al recipiente que vas a usar para verterlos. Bátelos con unas varillas hasta que queden mezclados y ligeramente espumosos. Sumerge entonces las rebanadas de brioche una a una hasta cubrirlas completamente de huevo.
Paso 7:
Calienta abundante aceite de girasol (o de alguna variedad muy suave de oliva como la arbequina) en una sartén honda. Cuando alcance la temperatura adecuada (tampoco debe ser demasiado elevada o se quemará la torrija), sumerge las torrijas una por una y fríelas hasta que adquieran un exterior dorado y crujiente. Sácalas del aceite y déjalas reposar sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa.
Presentación:
Tras espolvorear canela por encima, sirve tus torrijas de leche y crema de whisky en una fuente acompañadas de alguna bebida de sabor intenso y que armonice con la crema de whisky, como un café denso con muy poca leche.
Sugerencia:
Obtén unas torrijas de leche y crema de whisky esponjosas y consistentes utilizando el brioche en rebanadas de DIA. Su textura y su sabor serán la mejor base para tu postre.
En Demos la vuelta al día: Cómo hacer la torrija perfecta: 5 claves de éxito
En Demos la vuelta al día: 101 torrijas
En Demos la vuelta al día: ¿Qué pan elegir para hacer torrijas?