La torta de crema con frutillas no tiene ningún misterio ni lleva nada para lo que necesites el hono, por lo que es perfecta para que se la enseñes a tus hijos en esa edad en la que empiezan a querer cocinar y ayudarte, que ojalá fuera siempre.
Corta el bizcocho en tres partes iguales (hazlo tú, ya que es difícil igualarlas y los cuchillos son peligrosos) y pon la una capa en la fuente que vayas a utilizar de fondo. Mójala con almíbar o café empapándola bien y ponle una capa de dulce de leche.
Añade la siguiente capa sobre el dulce de leche y mójala bien en el almíbar o el café, a tu gusto. Echa la crema chantilly por encima de esta capa cubriéndola bien. Encima de la crema echa las frutas que hayas elegido para tu torta.
Por último, pon la última capa del bizcocho y cúbrela con crema chantilly en abundancia. Por encima de ésta, pon las frutillas restantes y métela a la nevera unas tres horas antes de comerla.
Está espectacularmente buena, te lo aseguro.