Tortitas

Suena típico y es típico pero, ¿quién no ha hecho nunca tortitas en casa una tarde de sábado? Yo me lo paso genial cuando las hago con mis sobrinos, siempre terminan sucísimos y mie hermana mirándome mal a mí, pero vale la pena.
Empezamos batiendo los huevos en un bol junto a la leche y el aceite. Añadimos el medio sobre de levadura, una pizca de sal, el azúcar y la harina. Se mezcla todo hasta que quede una masa homogénea (este es el momento de la batidora eléctrica, no os quiero contar cómo terminan las paredes de las cocina).
Calentamos una sartén mediana a fuego medio y le echamos un chorrito de aceite de girasol. Pasamos un papel para quitar el restante, no es bueno que tengan mucho aceite. Entonces, una vez listos, echamos medio cucharón de masa en la sartén (la cantidad de pende de lo gruesa que queremos que sea la tortita) y lo dejamos que se haga por un lado. Para darle la vuelta coge una espumadera por ejemplo, o lánzate a darle la vuelta impulsando la sartén (no te lo recomiendo si quieres merendar esa misma tarde). Deja que se haga por el otro lado y repite el proceso con todas.
Acompáñalas de sirope de chocolate o crema de cacao, mermelada, nata… ¡Qué rico!